Takeo Higurashi

Elementary (un escrito que quedó inconcluso por circunstancias de la vida) Encontré una de las memorias que hacia perdida en ese espacio donde los objetos no regresan. Me puse a revisarla con tranquilidad, encontrando fotos vergonzosas (que borre inmediatamente) y entre tanta basura (tareas y esas cosas) encontré un viejo escrito que creí jamás podría recuperar. Mi sorpresa fue ver que el maldito seguía igual. Pero lo que más me sorprendió fue la cantidad de páginas que tenía. Cuando lo había escrito, imagine que serían unas 100 páginas cuando mucho, pero no. Fueron 465 páginas. ¡¡465!! (y la historia estaba a solo 10 capítulos) Al parecer en ese entonces no sabía sobre extensión o al menos moderarme un poco con la escritura. Me puse a leerlo. Debo decir que algunas cosas me dieron pena al recordar mis años de secundaria cuando lo escribí (y que por eso mismo me había rendido con escribir, en realidad fue porque perdí el documento y me dio weba volver a escribir lo mismo).

[Capitulo 3 – No veas, solo siénteme] Takao sentía su corazón acelerarse más de la cuenta, a punto de saltar de su pecho en cualquier momento por la intensidad con la que este se agitaba. No podía ver nada. Después de que Midorima le sujetara las manos con su cinturón para evitar que se moviera y lo dejara encima de la cama, no supo qué hacer. Se sentía inquieto, pero había cierto morbo en lo de no ver y estar amarrado.  Su miembro seguía duro entre sus piernas, completamente desnudo y expuesto, ante la mirada de Midorima. Se preguntaba, ¿lo estaba mirando? ¿Qué expresión tendría? Se mordió el labio.  Un paso, se giró a la derecha; nada. Un sonido frente a él, levanto la barbilla, pero igual nada. No fue sino hasta que la cama crujió y se hundió, balanceando el peso hacia atrás de él, que se dio cuenta que Midorima subía a la cama, acercándose a él. En un segundo, la caricia que empezó desde sus hombros le indico que estaba detrás de él, ahogando un gemido de satisfacció